miércoles, 12 de diciembre de 2007

Hace un rato, estaba en mi taller buscando una maderita donde apoyar unas piecitas que tenia que perforar.
Buscando bajo una de las mesas encontré una que no veía desde las épocas de Barcelona. Es una de esas maderas enchapadas con un material blanco, como plástico, no se.
En algún momento escribí en ella esto, lo habré escuchado en la radio, quizás: bienaventurados los que se ríen de si mismo, porque nunca les faltara motivo de risa…

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